Ken es un alumno de 12 años que tiene síndrome de Asperger (SA). Está integrado en una escuela de educación media regular en una comunidad de clase media alta. La escuela es grande (2,500 alumnos) y con una población muy heterogénea. Ken sobresale en computación –lo conocen como el “genio de la electrónica” – y siempre tiene un equipo celular o IPod de última generación.
Recientemente Ken reportó que le habían robado su IPod del bulto, por tercera vez. Al conversar con él supimos que los tres robos habían ocurrido durante la clase de Educación Física, cuando dejó su bulto sobre la grama, junto con los demás. Cuando Ken descubrió que su IPod faltaba, escuchó a un grupo de compañeros que se echaron a reír y comenzaron a burlarse.
¿Cómo prevenir el acoso?
Los alumnos con SA frecuentemente son victimizados por sus compañeros o por los chicos mayores. Estas experiencias sociales negativas tienen consecuencias importantes, incluyendo baja autoestima e incluso niveles clínicos de depresión y ansiedad. Las investigaciones de Little y Clark (2006) y Shtayermman (2007) y otros han identificado la salud mental, la aceptación social y la socialización como áreas que preocupan a los padres de los muchachos con SA. Liza Little y Robin Clark realizaron una encuesta por internet a los padres de 103 niños con SA entre edades de 3 y 21 años. La primera preocupación de los padres era “la supervivencia social” de sus hijos. Les preocupaba que sus hijos nunca tuvieran un mejor amigo – o incluso amigos en general. No estaban seguros si sus hijos podrían navegar las diferentes situaciones sociales a lo largo de sus vidas sin convertirse en personas pesimistas o deprimidas. Más importante aún, los padres se preocupaban por la vulnerabilidad de sus hijos y el temor a que fueran víctimas del acoso.
Los padres tienen razón al preocuparse. Los psicólogos Nishina y Juvonen (2005) estudiaron a 95 niños con desarrollo típico en una escuela urbana de educación media. Los niños reportaron diariamente las situaciones de acoso en que fueron víctimas u observadores. 46% de estos chicos fueron víctima de acoso y 42% observaron situaciones de hostilidad en uno o más de los cuatro días en que se hizo la medición. Entre las muestras de intimidación reportadas, las más comunes fueron las expresiones verbales (insultos, burlas…) (52%).
Otras formas de acoso incluyeron agresión física (23%), daño a la propiedad o robo (6%), formas indirectas de hostigamiento (exclusión, regar rumores…) (4%) y otros tipos sin clasificar (15%).
El Síndrome de Asperger (SA) se presente en aprox. 1 de cada 200* individuos y es un Trastorno del Espectro Autista. Las personas con SA tienen un desarrollo típico del lenguaje y tienden a ser muy inteligentes, pero a la vez manifiestan déficits en la interacción social. Estos déficits son específicamente en las áreas de resolución de problemas no-verbales, comprensión del humor acorde con su edad, adaptación ante nuevas situaciones, y relaciones con sus pares en general. Otro factor que contribuye al aislamiento de las personas con SA es que tienden a tener patrones de conducta e intereses restrictivos y repetitivos (Asociación Americana de Psiquiatría, 2000). Siguen algunas ideas para afrontar el Bullying.
Más allá del patio de juegos. Lo que debes saber sobre el acoso.
El acoso (bullying) se describe como un desequilibrio violento de poder con la intención de perjudicar o hacer sufrir a una víctima. Puede empezar desde preescolar y perdurar en la adultez.
Según Tony Attwood, quien ha escrito mucho sobre este tema, el acoso usualmente se presenta entre las edades de 8 y 14 años (Attwood, 2004).
Los tipos más comunes de bullying son:
1) confrontación e intimidación verbal y física;
2) destrucción de propiedad personal;
3) comentarios o gestos ofensivos.
Las víctimas del acoso también pueden ser excluidas de las actividades sociales o rechazadas por sus pares. El acoso usualmente tiene lugar cuando la víctima está sola, en un pasillo durante el cambio de clases o camino a la escuela o de regreso a casa.
Por qué los chicos con SA son víctimas fáciles para el acosador
Los niños con SA pueden ser ingenuos, confiados y estar deseosos de ser incluidos en un grupo. Con frecuencia hacen lo que otros le dicen para lograr la aceptación.
Brandon es un estudiante de 5to año en un liceo urbano. A pesar de tener un diagnóstico de SA y permanecer en un salón especial para algunas materias, comparte la mayoría del día con compañeros con desarrollo típico. No está claro si los muchachos con quienes pasa tiempo en la escuela saben que Brandon tiene necesidades especiales.
En dos oportunidades durante los últimos meses Brandon fue penalizado - junto con sus “amigos” - por fumar en la escuela. Un policía que patrulla el vecindario le pidió a Brandon decir dónde había comprado los cigarros y quien más estaba fumando. De ahí en adelante este grupo de muchachos empezó a intimidarlo, culpándolo por la penalización impuesta. Pronto la intimidación se convirtió en abuso verbal y amenazas reales.
La respuesta de un muchacho al bullying puede mas bien aumentar los incidentes de intimidación. Por ejemplo, algunos alumnos con SA reaccionan impulsivamente alzando la voz, alterándose o incluso poniéndose violentos.
Con frecuencia esto es lo que el adulto responsable observa, justamente lo que el acosador desea. Esto se conoce como bullying encubierto (covert bullying). En el caso de Brandon, existía bullying encubierto En resumen, los muchachos con SA usualmente no tienen el grado de conciencia social (social awareness) apropiada para su edad. Es posible que no logren diferenciar el sarcasmo de la sinceridad, la manipulación de la colaboración o la maldad de la amabilidad. Su dificultad para leer las señales sociales sutiles puede hacer que respondan de forma incorrecta o “rara” a la interacción verbal o social de otro muchacho, haciendo que le ridiculicen o algo peor. Tienen mayor probabilidad de ser víctimas del Bullying.
Señales que su hijo podría ser una víctima
Es probable que su hijo con SA no le informe que está siendo intimidado por un compañero (o compañeros). Es posible que no reconozca el acoso, asumiendo que es una parte integral de ir a la escuela o de tener amigos. Adicionalmente, es posible que los alumnos de educación media y bachillerato sientan vergüenza y no deseen que se sepa.
Algunas de las señales de alarma serían:
- Daño o pérdida frecuentes de sus objetos personales o artículos de ropa
- Cortadas o moratones
- Dolores de estómago o de cabeza
- Dificultad para dormir
- Cambio en la disposición para ir a la escuela – evasión, temor o ansiedad
- Retaliación violenta y repentina hacia otras personas
- Cambio de intereses
- Conductas de acosador con niños más pequeños o con hermanos
Por supuesto, estas señales también pueden indicar otras condiciones. Sin embargo, Shtayermman (2007) destaca su importancia porque, en casos extremos, el acoso puede derivar en un trastorno de ansiedad generalizado, depresión o pensamientos suicidas.
¿Cómo actuar ante un acto de acoso?
La primera intervención –tan evidente que puede ser pasada por alto- es conversar con su hijo.
Cuando Ud. detecte en su hijo cualquier señal de acoso, pregúntale qué está sucediendo. Con algunos niños, una pregunta directa puede ser suficiente (“El Bullying está afectando a muchos niños en la escuela. ¿Alguien te ha estado molestando?”). Con otros, es mejor abordar el tema de manera indirecta.
Ud. es quien mejor sabe cómo hablar con su hijo.
En su libro, Guía completa al síndrome de Asperger, Tonny Attwood sugiere algunas estrategias que se pueden utilizar para minimizar el bullying. Siguen algunas:
Estrategias e intervenciones para los maestros y otros adultos
- Educar a los maestros y otros empleados del colegio sobre qué es el bullying, dónde suele ocurrir y cómo responder.
- Acordar en equipo una respuesta al hostigamiento, entendiendo por “equipo” el conformado por maestros, padres, psicólogos, administradores, otros estudiantes, las víctimas de hostigamiento y, de ser apropiado, el propio acosador.
- Investigar a fondo los casos de Bullying, incluyendo aquellos en que el niño con SA respondió de manera violenta. Es importante determinar si la agresión de parte del niño con SA fue una consecuencia o la causa del bullying. Esto contribuye a fomentar un sentimiento de “justicia social” para todos los involucrados.
Intervenciones para que los niños con desarrollo típico puedan ayudar al niño con SA
- Compartir información en todos los salones sobre cómo actuar ante situaciones de bullying. Estas lecciones deben abarcar qué hacer cuando vemos que alguien es víctima de intimidación ya que es más probable que sean los niños quienes observen los actos de acoso en lugar del adulto.
- Implementar un sistema de apoyo entre amigos (buddy system) en los grados más bajos para que los alumnos se protejan mutuamente y reporten actos de acoso al adulto.
- Pedir a los muchachos leer libros que contengan situaciones de Bullying y comentar cómo manejarlas.
Intervenciones para los niños con SA
Los alumnos que son víctimas de la intimidación no deben ignorar el hecho y esperar que se detenga por sí solo.
Los adultos pueden ayudar al muchacho víctima de Bullying a ensayar su respuesta ante una situación de acoso. Puede ser algo tan sencillo como aprender a decir: “¡Ya basta! ¡No me gusta lo que estás haciendo!”.
Identificar algún lugar seguro, con mayor supervisión de los adultos, donde el niño con SA pueda dirigirse si se siente atemorizado. Mostrarle al niño cuál es ese lugar antes que se presente la situación.
Enseñarle al niño con SA a identificar al acosador y cómo responderle. Recuerden: El hostigamiento es algo que muchos niños experimentan. No debemos tomárnoslo a la ligera. Para reducir la probabilidad de que cualquier niño sea ridiculizado o vulnerado, los padres, maestros, administradores y los propios niños deben educarse sobre los efectos negativos del bullying y qué hacer para prevenirlo.
*Nota de Paso-a-Paso: Este cifra varía según la fuente consultada.
Autoras: Jan Blacher, Ph.D. y Stacy Lauderdale, candidata a Ph.D.
Sobre las autoras: Jan Blacher es profesora y decano del Postgrado de Educación en la Universidad de California en Riverside.; Stacy Lauderdale es Profesor Asociado y Fellow de Educación Especial en la Escuela de Postgrado de Educación en la Universidad de California, en Riverside.
Fuente: EP Magazine, Agosto 2008.
Traducción: Ángela Couret
Publicado en Paso-a-Paso, Vol. 24.1