En casi todas las materias, en casi todos los grados, se espera que los alumnos utilicen un libro como recurso. Sin embargo, muchos de ellos no son capaces de asimilar el contenido de su libro por tener dificultades en lectura y en otras áreas que se relacionan, por ejemplo, en el procesamiento de la información. Por lo tanto, los maestros en salones inclusivos deben adaptar los libros para que alumnos de diferentes niveles de lectura y comprensión puedan aprender en el aula. Adaptar un libro podría implicar hacer cambios en el propio texto, complementar el texto, o dotar a los alumnos con estrategias para aprender la materia de otra forma.
La habilidad de adaptar los materiales comunes en el aula, como son los libros de texto, se convierte en algo esencial a la hora de enseñar en salones diversos e inclusivos. Para algunos alumnos, estas adaptaciones significan la diferencia entre estar meramente incluidos en la experiencia educativa y tener una participación auténtica en la experiencia educativa. Adicionalmente, las adaptaciones que se hacen para algunos con frecuencia generan un aprendizaje más significativo en los demás. Es decir, cuando se adecúan los materiales, el contenido y la forma de instrucción, se benefician alumnos con gran variedad de fortalezas y necesidades.
Ciertamente hay docenas de formas de adaptar los libros en un aula diversa. Siguen diez estrategias fáciles y rápidas…
1. Reescriba la historia: Adapte el contenido.
Adaptar los libros en realidad no implica reescribir la historia, pero podría implicar reescribir el libro de historia. Una de las adaptaciones más comunes que los maestros hacen con los libros es cambiar el contenido de alguna forma. Es posible que el contenido deba modificarse para ajustarse mejor a las edades, experiencias, habilidades o niveles de lectura de los alumnos. Podrían omitirse o abreviarse páginas o capítulos enteros. Otros pasajes podrían simplemente adaptarse. Hay varias formas de hacer estas adaptaciones:
- Reescribiendo pasajes, secciones o capítulos (simplificando el lenguaje o haciéndolo más complejo)
- Recortando o tachando algunos pasajes, secciones o capítulos.
- Resaltando ciertas oraciones o párrafos.
- Complementando el libro con otros de un nivel más fácil o más difícil de lectura o con artículos sobre el mismo tema
- Resumiendo el contenido en una lista con viñetas
En algunos casos, los alumnos pueden ayudar en las adaptaciones. Por ejemplo, quienes tengan muchos conocimientos o interés especial en algún tema podrían elaborar unos apuntes resumidos para ser utilizados por compañeros que requieran un nivel menos complejo de información.
Una vez que el texto ha sido modificado, también se pueden adaptar las lecciones que se le relacionen. Algunos alumnos solo deberán aprenderse unos cuantos conceptos y “leer” algunas oraciones en cada capítulo, mientras que otros compañeros necesitarán mayor complejidad, llevándoles a investigar para profundizar en el contenido del capítulo.
2. Revise, Reescriba.
Una maestra, preocupada porque sus alumnos necesitaban apoyo para comprender el lenguaje complejo del libro de Sociales, encontró una forma de revisar y simplificar el contenido para todos. Después de hacer una lectura inicial del capítulo, los alumnos se reúnen en pequeños grupos y crean su propia versión del texto, incluyendo ilustraciones. Se pide a los alumnos incluir las principales ideas del capítulo y añadir cualquier detalle, dibujo o concepto que les facilite retener la información.
De manera similar, en un salón de segundo grado, los alumnos tuvieron oportunidad de reescribir y "publicar" las historias de su libro de lecturas (encuadernándolas y donándoselas a la biblioteca escolar). El maestro aprovecha esta actividad para evaluar la comprensión de sus alumnos y los alumnos la aprovechan para practicar sus habilidades narrativas.
3. Muéstrelo en lugar de Decirlo.
La tarea de leer es frecuentemente menos compleja cuando el texto se complementa o se sustituye en artes con fotos, diagramas y otros elementos gráficos. Por lo tanto, a muchos alumnos se les facilita la comprensión cuando el texto se complementa con información visual. Las imágenes que se utilicen para reforzar los conceptos pueden encontrarse en revistas, periódicos y en internet. Como alternativa, los maestros pueden pedirle a sus alumnos crear apoyos visuales adicionales para cada capítulo. Los alumnos con talento artístico podrían interesarse mucho en esta tarea.
Por ejemplo, un profesor de biología en bachillerato se percató que algunos de sus alumnos cuyo idioma materno no era el inglés tenían dificultad con las nuevas palabras del vocabulario. Comenzó a pedirle a diferentes alumnos seleccionar una "palabra del día" en el libro. Seguidamente los alumnos se turnaban para ilustrar la palabra en una hoja de rotafolios. Este ejercicio artístico y colaborativo frecuentemente les hacía a todos reir, por ejemplo, cuando al intentar dibujar términos como "fotosíntesis" y "meiosis". Esta actividad, diseñada principalmente para apoyar a los alumnos que estaban aprendiendo inglés, mejoró el vocabulario de todos y fue adoptada por el profesor en todas sus clases de ciencia.
4. Permítales Escuchar.
Cuando el tiempo y los recursos lo permitan, el maestro puede leer partes del libro a todo el salón o a ciertos alumnos. Las cintas grabadas son otra opción. Algunas editoriales publican grabaciones de sus libros. En otros casos, es posible que el maestro tenga que grabar sus propias cintas. Algunos alumnos podrían ayudar en esta tarea. En una escuela, el club de teatro grabó una colección de cintas para el maestro de inglés de bachillerato como una forma de practicar la lectura dramática.{mospagebreak}
5. Resalte los Conceptos Clave.
Otra forma de adaptar los textos es ayudar a los alumnos a concentrarse en los conceptos más importantes del capítulo. El maestro, conjuntamente con los alumnos, puede decidir cuáles conceptos, términos e ideas son los más importantes para todos o para algunos.
Existen varias herramientas que pueden utilizarse para ayudar a los alumnos a aprenderse esos conceptos. Por ejemplo, enseñándoles a utilizar los cuadros anticipatorios (advance organizers). Los maestros pueden demostrar esta herramienta y pedirle a los alumnos que practiquen entre ellos, repasando con sus organizadores. También pueden emplearse las siguientes técnicas para resaltar los conceptos clave:
- Facilitarles un organizador gráfico del contenido
- Repartir fichas con las palabras de vocabulario importantes
- Pedirle a los alumnos resaltar las ideas principales en cada página
- Sugerirle a los alumnos colocar papelitos adhesivos en los pasajes que no comprendan o en los que piensen que deben recordar
- Comparta los conceptos clave con los alumnos y pídales encontrar estas ideas en el texto.
6. Más allá del libro.
El maestro puede proporcionar materiales adicionales que refuercen el aprendizaje y complementen la lectura del texto. Los libros, las revistas, los periódicos, videos, DVDs, maquetas, apoyos visuales, CDs interactivos y páginas web son ejemplos de materiales que ayudarán a los alumnos a profundizar su comprensión del contenido. Considere los siguientes ejemplos:
- Cuando los alumnos en un salón de ciencia estudiaron los sistemas del cuerpo humano, el maestro trajo una maqueta del cuerpo para ayudar a los alumnos a comprender como los sistemas interactúan. También mostro maquetas individuales del corazón, el cerebro y de una célula.
- El maestro de historia de bachillerato que complementa el libro de historia con libros de otras editoriales para que los alumnos puedan comparar y contrastar la forma en que los eventos y las personas se representan en los libros. Esto contribuye a que los alumnos comprendan sobre el punto de vista y analicen de manera crítica el uso de otras fuentes.
- Los alumnos de 4to de matemática que resuelven los problemas sobre fracciones diseccionando - y disfrutando - unas pizzas, naranjas, y bolsa de caramelos. También practican haciendo gráficos y cuadros en unas pizarritas y buscando en la prensa problemas de la vida real que implican fracciones.
7. Fragmente el Capítulo.
Para utilizar esta estrategia, el maestro divide el salón en grupos pequeños y aisgna a cada grupo una sección del capítulo. Cada grupo es responsable por leer su sección, determinar los puntos importantes y elaborar un afiche para ilustrarlos. Cada dedica unos momentos para compartir los elementos importantes de su sección y explicar su afiche. Los afiches se colocan en las paredes del salón donde los alumnos pueden recorrerlas y estudiarlas. Los afiches servirán como herramientas de aprendizaje a lo largo de la unidad.
8. Apoyo de los Compañeros.
Los alumnos pueden aparearse con compañeros para trabajar sobre el texto. Pueden tomarse turnos leyendo los pasajes o un alumno puede leer mientras otro toma apuntes y anota las principales ideas o preguntas que surjan de la lectura. Otra versión de esta estrategia de apoyo entre pares es el apoyo entre compañeros de diferentes edades. En esta versión, los alumnos mayores que se interesen en ayudar a los más pequeños pueden visitar el salón de los pequeños y servir como lector, mientras el niño más pequeño escucha atentamente. Una vez más, el rol del que escucha puede ser tomar apuntes o tomar alguna acción en relación con la lectura (por eje. respondiendo preguntas o haciendo un dibujo).
9. Aprendiendo a Colores.
Los maestros podrían encontrar que algunos alumnos aprenden mejor cuando se codifica de alguna forma la información importante. Para reducir la cantidad de texto que debe estudiarse o para ayudar al alumno a centrarse en el contenido más importante, se puede establecer un sistema de codificación por colores. Por ejemplo, una maestra utilizó el siguiente código para resaltar los libros y apuntes de sus alumnos con dificultades de aprendizaje: azul - palabras importantes de vocabulario; amarillo - ideas principales; contenido que probablemente irá para el examen; rosado - detalles interesantes.
El código puede modificarse de un alumno a otro y utilizarse con objetivos diferentes. Por ejemplo, una maestra utilizó resaltador verde para señalar los conceptos que uno de sus alumnos con autismo debía aprenderse. En vista a que el objetivo establecido para ese alumno era que aprendiera solo algunos conceptos en cada unidad, la maestra elegía cuidadosamente y resaltaba aquellos que podían serle más útiles y significativos.
10. Libro Editado en Clase (Classroom-created textbook).
En un salón de 5to, los alumnos trabajaron y aprendieron partiendo de dos libros diferentes - un de factura comercial y otro creada por los alumnos a lo largo del año. El texto editado en el salón estaba dividido en capítulos al igual que el libro comercial y el del salón contenía exactamente los mismos conceptos que el texto "oficial”. La diferencia estaba en que los alumnos escribieron, ilustraron y elaboraron su versión para el salón. En el capítulo dedicado a las medidas, los alumnos incluyeron una lista de todo lo que midieron en el aula durante la clase de matemáticas. También fotos digitales de las herramientas de medición que encontraron en la escuela. En la sección de estadística, incluyeron varias encuestas elaboradas por ellos mismos e instrumentos de recolección de datos. Los alumnos consultaron y estudiaron de ambos textos a lo largo del año.
Autora: Paula Kluth
Publicado con la autorización de la autora.
Traducción: A. Couret