El Autismo, cómo ayudar a tu hijo o hija (2da parte: La comunicación)

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La comunicación

Por lo general, cuándo los bebés vienen al mundo están deseosos de comunicarse. Están "programados" para absorber y para intentar entender todo lo que ven. y oyen. Se muestran muy interesados por la gente y las caras que les rodean y enseguida aprenden a participar y a hacer turnos, incluso antes de poder hablar o emitir sonidos, como si de una conversación se tratara.

 Los niños autistas puede. que no tengan tantos deseos de. comunicarse. Es posible que no estén preparados para aprender las cosas que otros bebés hacen de forma natural y por lo tanto no tienen las mismas oportunidades para adaptarse al lenguaje. Para ellos, entender lo que acontece a su alrededor es muy difícil y las palabras tienen un 'significado escaso y confuso. Puede que sean incapaces de relacionar lo que ven con lo que se les dice.

 El lenguaje se empieza desarrollar en la infancia cuando los bebés relacionan lo que oyen con lo que ocurre a su alrededor. Puede que aprendan a predecir que, por ejemplo, cuando alguien abre la puerta, significa que les van a sacar de la cuna. En un principio, el lenguaje que acompaña a estas rutinas sólo tiene sentido dentro de la misma. Más adelante, cuando los niños aprenden que los objetos y las acciones tienen etiquetas que no cambian de una situación a otra, el lenguaje empieza a cobrar. sentido incluso cuando ya no forma parte de las rutinas. Una vez. que los niños entienden que los objetos y las acciones tienen etiquetas empiezan a aprender los nombres de las cosas que llaman su atención. Siguen el modelo de los adultos de señalar y nombrar cosas y aprenden a señalar por si mismos para preguntar la palabra que necesitan.

 Los niños autistas no sólo tienen problemas a la hora de entender las palabras sino que también les resulta muy difícil captar los mensajes no verbales que conllevan los gestos y las expresiones de la cara. Para todos nosotros estos mensajes implícitos son muy importantes a la hora de ayudamos a entender el mensaje completo. Es muy importante que ayudemos a los niños con problemas específicos de aprendizaje del lenguaje a entender lo que querernos decirles. No deberíamos olvidar que los niños autistas entienden mejor las cosas que ven que las que oyen. Los dibujos, símbolos, fotografías y signos, constituyen elementos positivos de utilidad.

 Los adultos suelen considerar que el desarrollo de los sonidos es la base para el desarrollo del lenguaje hablado. Es cierto que los niños pasan de los balbuceos a las palabras y que balbucear es un estadio importante del desarrollo del lenguaje, ya que permite a los bebés practicar los movimientos y los sonidos que necesitarán más adelante.

 Aprender a disfrutar emitiendo sonidos puede animar a los niños autistas a utilizar sonidos con significado, sin embargo los niños no pueden construir palabras y aprender a comunicarse si solo se les enseña a emitir sonidos. La parte más importante del desarrollo del lenguaje es aprender a usar los mensajes compartidos. Esto quiere decir, aprender a usar un sistema (verbal y no verbal) de comunicación con otras personas.

 Los niños que no presentan problemas. de comunicación aprenden las normas de la comunicación fácilmente, durante el proceso de aprendizaje de las palabras o incluso antes. Por el contrario a los niños autistas les resulta muy difícil entender estas normas. Incluso aquellos que tienen buenas destrezas de lenguaje, puede que sean incapaces de mantener conversaciones con facilidad o de utilizar el lenguaje de formas tan variadas como lo hacen otros niños.

 Antes de empezar

 - Uno de los objetivos es ayudar a los niños autistas más pequeños a disfrutar explorando sus labios, lengua, dientes, etc.. y los sonidos que pueden emitir. Es importante. que este tipo de juegos con sonidos sea divertido.

- Dar al niño la oportunidad. de -entender el lenguaje que oye a su alrededor durante las rutinas cotidianas, como son la hora de cenar, del baño, de irse a la cama. éstos son buenos momentos del día para hablar de lo que ocurre, aunque al principio el niño no responda.

- Lo que se pretende es animar al niño a participar en los juegos de hacer tumos utilizando sonidos. En realidad es una forma práctica de conversar así como de practicar sonidos del lenguaje.

- Algunos niños autistas imitan las palabras que oyen y nombran cosas que hay a su alrededor, sin embargo, falta el disfrute compartido de lo que significan las palabras.
 
- Hay que recordar que lo que se pretende es animar a que el niño utilice palabras. No es preocupante si al principio no suenan del todo bien.
 
- Cuando los niños autistas se esfuerzan por aprender a hablar, cualquier forma de habla debe considerarse como algo positivo.
 
- Lo que se pretende es animar a los niños a aprender muchas palabras nuevas, pero sobre todo a que las utilicen para hablar con los demás.
 
- Muchos niños autistas solo "coleccionan" palabras, pero debemos lograr un equilibrio entre animar a aprender palabras nuevas y animar a un uso más adecuado de éstas.

- Los niños necesitan una razón para hablar, cosas que quieran comunicar y conocer las palabras que quieren usar. Repetir lo que dicen los demás es una forma de aprender a hablar. De hecho, muchos niños atraviesan la fase de repetición antes de llegar a estadios más avanzados.

- Antes de intentar que el niño deje de imitar a los demás, es importante asegurarse de que tiene otras formas- de comunicarse o de aprender sobre el habla.
 
- La mejor forma de empezar es enseñar al niño autista a comunicarse sobre las cosas que son importantes para él. Por esta razón solemos empezar enseñando a los niños a- pedir lo que quieren.

- Muchos niños autistas continúan haciendo o diciendo las cosas de la misma forma en que lo hicieron la primera vez

- Cuidar la forma en que se transmiten los mensajes en las primeras etapas de aprendizaje. Los niños autistas suelen obcecarse en su manera de hacer o decir las cosas y enseñarles más adelante nuevas formas de decir algo puede crearles frustración y malestar.

- Aprender a entender los mensajes es una de las fases más importantes en el desarrollo de un niño.

- A veces creemos captar mensajes que realmente no existen, a través de los elementos no verbales como el tono de voz, los gestos y los movimientos. Muchos adultos pueden pensar que un niño está aburrido o está siendo descortés, cuando en realidad no es así.

- Enseñar a un niño autista pequeño a entender y utilizar el lenguaje hablado puede convertirse en una actividad repetitiva y de larga duración. Todas las actividades incluidas en las "Unidades sobre interacción e imaginación" deberían ir acompañadas de lenguaje hablado si es posible. Sin embargo, es importante no hablar demasiado. Puede que para atraer la atención del niño haya que llevar a cabo las actividades dé modo silencioso, acentuando los gestos y la expresión facial. Es especialmente importante crear expectación con pausas apropiadas para animar al niño a empezar la interacción. 


Emitir sonidos

FIG 17:  Sarah ya ni siquiera balbucea, aunque antes sí lo hacía. A veces hace algunos ruidos pero no parecen palabras.


LO QUE HAY QUE SABER
(Claves de comprensión).

- Los niños autistas más pequeños suelen balbucear, aunque más adelante este balbuceo puede desaparecer por completo o puede que no se convierta en sonidos propios del lenguaje oral.

- Algunos niños emiten sonidos que no son propios del idioma que hablan. Algunos balbucean durante .largos periodos de tiempo. A veces hablan consigo mismos pero no como lo harían con otra persona, y rara vez para imitar a alguien. 


LO QUE HAY QUE HACER
(Estrategias de utilidad).

- Para conseguir que el aire de sus pulmones salga a través de la boca, utiliza juegos en los que haya que soplar (con globos o trozos de tela) o hacer pompas. También se pueden' utilizar instrumentos musicales o molinillos de viento. Si Sarah no está preparada para imitarte, intenta que por lo menos, observe. Observa si prueba alguna de estas actividades cuando no estás mirando.

- Fomenta el movimiento de sus labios. Si se siente cómoda mirándose al espejo o sentada sobre tus rodillas frente a ti, anímale a que explore tus labios y tu cara con sus ojos y con sus manos. Pon caras raras, mueve los labios, saca y mete la lengua y observa para ver si te imita.

- Para animar a Sarah a usar la punta de la lengua pon en práctica actividades que requieran chupar, por ejemplo una piruleta o papel con cola (como los sellos) para hacer figuras.

- Para animarle a usar su voz, utiliza juguetes que se activen con la voz (se pueden encontrar en tiendas de juguetes especializadas). Cántale a menudo, dale tiempo por si quiere participar. Graba en una cinta sus sonidos y tus balbuceos para animarle a imitarlos

- Quizás debas utilizar un tono más agudo o grave o sonidos más altos, bajos o largos para conseguir interesar a Sarah en lo que estás haciendo.

- Anímale a imitar o a participar en las conversaciones. Empieza repitiendo de laforma más parecida posible, cualquier sonido que haga. Hazlo aunque esté golpeando un tambor o dando golpes en la mesa. Haz una pausa y dale otra oportunidad para que ella repita, intenta establecer turnos. De vez en cuando prueba con un sonido nuevo, cómo una palmada, o con un ritmo distinto, para ver si te imita.

- Si Sarah balbucea, imita sus sonidos y prueba otros nuevos para ver si los repite. Si te mira haz una pausa y sonríele. Prueba con sonidos que sean completamente diferentes de los que ella ha usado o con otros que sean casi iguales. Por ejemplo, "b" y "p" suenan parecido, sin embargo "p". y "s" suenan completamente diferentes. Cambia el volumen y el tono de los sonidos. Si deja de "imitarte" vuelve a imitarle.

- Si Sarah está interesada en las palabras y las letras, utilízalas para animarle a que emita sonidos. Mientras se las escribes, di cómo se pronuncian en vez de sus nombres. 


Compartir significados

FIG 18: Cuando hablo con Yatin, cojo objetos y se los enseño para que sepa de los que estoy hablando pero no creo que él consiga establecer ninguna relación entre el objeto y lo que estoy diciendo.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas utilizan objetos para actividades repetitivas como golpear. Sin embargo, puede que no tengan ni idea de lo que es el objeto,. ni para qué sirve.

- Otros repiten palabras que han oído pero sin relacionarlas con ningún objeto o di- bujo determinado. Parecen practicar el lenguaje oral pero realmente no se comunican con nadie.

- Algunos niños autistas no prestan ningún interés cuando un adulto intenta dirigir su atención hacia un objeto.

- No suelen enseñar cosas a las personas cercanas, ni les miran para captar su atención.

 

LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).
Ver Unidad 1 :- Juega, conmigo - pág. 38.
 
- Imita las acciones de Yatin para mostrar que estás interesado en lo que hace. Le animará a hacer cosas para enseñártelas.

- Anímale a que te observe llevando sombreros graciosos o ropas divertidas. Puedes utilizar también pinturas para la cara y poner caras raras.

- Utiliza fotografías, espejos o máscaras para que Yatin te mire, o para que se mire a sí mismo o a otras personas

- Enséñale cosas que hayas hecho y cómo funcionan,

- Utiliza juegos que consistan en esconder cosas y luego encontrarlas para aumentar el interés de Yatin en las cosas sobre las que le hablas. Utiliza un tubo largo, mete cosas por un extremo y espera a que aparezcan por el otro. Habla sobre el objeto mientras desaparece y aparece.

- Cuando haya entendido el gesto de señalar, utilízalo para señalar los objetos sobre los que está hablando y dile: "Mira, Yatin..." .

- Cuando hables con Yatin asegúrate de que sabe de lo que estás hablando.. Dirige su atención hacia el objeto, pegando sobre él una pegatina con su nombre o un dibujo.

- Utiliza la misma frase, o palabra cada vez que hables sobre un objeto, acción o suceso determinado. No te sientas tentado a hablar demasiado. El lenguaje debe ser sencillo y debes hacer pausas para animar a Yatin a mirarte a ti y al objeto sobre el que estáis hablando.

- Explícale cómo enseñar cosas a la gente: "Enséñaselo al abuelo". Si necesita ayuda, acompáñale y guía su mano para enseñar cosas a la gente.


Dejar de ser utilizado como una herramienta.

 

FIG 19: Cuando Joel quiere algo, me coge del brazo y me lleva hasta donde está.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).
 
- Algunos niños autistas usan a las personas como si fueran objetos, para conseguir lo que quieren.

- Para indicar que quieren un objeto, algunos niños empujan el brazo del adulto hacia él.

- Otros intentan maniobras muy complicadas para conseguir poner a alguien en lugar o posición correctos. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).
Ver Unidad 1 - Intereses compartidos - pág. 35

- Cuando Joel te coge y te lleva hasta algún objeto, debes asumir que está intentando decirte que quiere algo y no sólo que quiere usarte.

- Antes de darle lo que quiere, intenta que te mire o que te dé alguna indicación de que es consciente de tu presencia. .

- Escoge frases establecidas para distintas situaciones, por ejemplo "Joel quiere galletas", "Hazlo otra vez", "Joel quiere saltar".

- Haz una pausa por si decidiera repetir la frase, pero no te preocupes si no lo hace. Vuelve a repetirla. Es importante que no utilices la orden "Di ...".

- Deja objetos en sitios predeterminados para que Joel pueda cogerlos para enseñarte lo que quiere. Puedes animarlo cogiendo el objeto y poniéndolo en su mano y luego quitándoselo.

- Si te lleva hasta la cocina y sabes que lo que quiere es beber algo, anímale a que lo indique cogiendo su taza preferida, guía su mano para que te la dé. Di la frase que te gustaría que él usase, por ejemplo "quiero zumo" o "Joel quiere ......", deja una pausa larga al final para que el complete la frase.

- También puedes incitarle a decir lo que quiere de otras maneras. Puedes pegar pegatinas con los dibujos o los nombres de las cosas que más le gustan en los armarios donde se guardan. Cuando te lleve a un lugar determinado, anímale a que toque los dibujos.

- Una vez que Joel haga esto con regularidad, puedes darle a elegir, sin decir nada, entre dos cosas mostrándole dos dibujos diferentes. Sujeta los dibujos de forma que primero mire me uno y luego el otro, anímale a que te entregue o toque el que quiera. Puede que necesites adivinar cuál quiere. Si conoces sus preferencias puede que notes que mira uno de los dibujos durante más tiempo que el otro. De todas formas debes asegurarte de que bien toque el dibujo, bien te lo entregue.

- Una vez de que te asegures de que Joel es capaz de elegir el dibujo, pégalos en un tablero, de forma que pueda coger uno para enseñarte lo que quiere. Para enseñarle lo que debe hacer, llévale hasta el tablero y ayúdale a coger un dibujo. De todas formas puede que necesite ayuda alguna vez. Quita del tablero lo que no quieres que caja. {mospagebreak}


Comprender los gestos.

FIG 20: Aunque haga un gran esfuerzo por señalarle algo a Jaswinder, no consigo que mire donde le señalo. Sólo me mira sin comprender nada.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas se sienten totalmente confundidos por los gestos cotidianos que hasta los niños más pequeños entienden. Por ejemplo, puede que no acudan a donde sus padres si se les llama ni cuando tienen los brazos extendidos.

- Algunos imitan los movimientos de los demás pero lo hacen sin comprender qué significan. - 1

- Algunos aprenden el significado de algunos gestos obvios, como agitar la mano para decir adiós o señalar, pero sólo porque alguien les ha enseñado específicamente lo que quieren decir.

- Algunos no echan mano de los gestos para comprender su entorno. Por ejemplo, no se sientan en la silla que otros indican con la palma de la mano. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).
 
- Haz siempre los mismos gestos, enfatizando las mismas situaciones. Por ejemplo, a la hora de las comidas, asegúrate de captar su .atención y de dar un golpecito en su silla, mientras dices: "Jaswinder, siéntate".

- Cuando empiece a comprender este gesto a la hora de la comida, empieza a usarlo en otros lugares y situaciones, cuando quieras que se siente.

- A continuación, puedes introducir un nuevo gesto en la rutina cotidiana. Por ejemplo, haz un gesto con la mano cuando quieres que venga hacia ti. Utiliza, de forma gradual, este gesto en otros momentos y situaciones. Puede que necesites enseñarle cada gesto por separado de la misma manera.

- Utiliza tus manos para poner de relieve las cosas, que dices, ej: grande, pequeño, redondo...

- Para ayudar a Jaswinder a entender las indicaciones, señala los objetos de los que estás hablando cuando ella ya los esté mirando.

- A continuación, señala objetos que estén cerca de su ángulo de visión y asegúrate de . que los mira. Si es necesario, sitúalos en su ángulo de visión.

- Utiliza juguetes de construcción o puzzles que le gusten. Señala dónde debería ir la siguiente pieza o la pieza que necesita. Utiliza frases como "ésta va aquí", "esta pieza", mientras señalas. 


Aprender a señalar.

FIG 21: Cuando Gary quiere algo, se sube a algún sitio y lo coge, nunca lo señala.


LO QUE HAY QUE SABER
(Claves de comprensión).

- Señalar es un gesto que la mayoría de los niños pequeños desarrollan de forma natural. A los niños autistas les cuesta algo más.

- Algunos niños autistas aprenden a señalar pero lo que no comprenden es la utilidad que el aprendizaje de esta conducta tiene para los demás.

- El proceso de algunos. niños para señalar como forma de compartir y enseñar es muy lento. Muchos señalan los objetos que desean pero no para llamar la atención sobre lo que les interesa.

- No siempre entienden lo que los demás pretenden cuando señalan algo. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).
Ver Dejar de ser utilizado como una herramienta - pág. 49.

- Cuando empieces a enseñar a Gary a señalar, hazlo con cosas que le interesen. Practica con él actividades en las que necesite utilizar su dedo índice, ej: llamar por teléfono, accionar botones o interruptores, dibujar en la arena, hacer agujeros en la masa de un pastel y pintar con los dedos.

- Cuando vaya a coger algo que le apetece, coge su mano, coloca sus dedos de forma que señale y haz que lo toque.

- Enséñale a hacer elecciones. Ofrécele distintas cosas, dos comidas diferentes, tipos de bebidas, dos piezas distintas de un puzzle. Cuando vaya a coger lo que le interese, deja el otro objeto y haz lo mismo. que se indica en el párrafo anterior. Debes llevar a cabo esta estrategia muy a menudo y en situaciones diferentes. Intenta no decir "señala" o "¿cuál quieres?". Pero nombra el objeto que ha elegido.

- Pon su juguete preferido en un lugar que sea difícil de alcanzar. Cuando vaya a cogerlo, vuelve a coger su mano y a colocar sus dedos para que lo señale.

- Una vez que Gary haya aprendido a señalar y a mirarte con el objetivo de conseguir lo que quiere, utiliza más frases para que él pueda repetirlas. Si está en proceso de aprender palabras, di el nombre del objeto en cuestión y haz una pausa. Si crees que no conoce la palabra, di: "éste, ésta, esto".

- Cuando juegues con Gary a algún juego, intenta hacer turnos para que te vea señalando cosas y aprenda el significado.

- Una vez que hayas enseñado a Gary a señalar con el fin de elegir algo, necesitas enseñarle otras formas de señalar, especialmente para atraer su atención hacia algo. "Mira..." Señálale las cosas de forma exagerada cada vez que sea posible. Empieza con objetos cercanos, por ejemplo algo que aparezca en un libro, luego puedes empezar a señalar cosas que se encuentren más lejos, como un avión en el cielo o un tren que pasa. 


Entender las expresiones faciales.


FIG 22: 
Una vez intenté mostrarle a Richard, con la expresión de mi cara, que estaba interesado en lo que estaba haciendo, pero él no pareció entenderme.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas no consiguen entender lo que quiere decir la gente con la expresión dé su cara, incluso cuando son expresiones muy exageradas.

- Algunos se quedan perplejos. cuando la gente intenta gastarles bromas, por ejemplo las palabras "Voy a venir a por ti" les suenan violentas y puede que no noten la sonrisa del que lo dice.

- Algunos pueden parecer descorteses por su forma de hablar o por las caras que ponen. A veces dan la espalda a los demás. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Exagera todos tus gestos o expresiones. No temas mostrarte demasiado sorprendido, alegre o molesto.

- A principio, evita gastarle bromas. Sin embargo anticipa lo que va a ocurrir, por ejemplo di: "voy a hacerte cosquillas" en un tono amistoso y con una sonrisa.

- El mensaje que quieres transmitir debe ser el mismo en tu cara, en tu voz y en tus palabras. Por ejemplo, si estás enfadado, debes mostrar el enfado en la expresión, la voz y las palabras que utilizas.

- Utiliza la misma expresión y las mismas palabras en situaciones similares.

- Si Richard es capaz de entender el lenguaje oral, dile "Mira la. cara de papá" y explícale lo que quiere decir su expresión en ese momento. Ver Unidad 1 - Interés y conciencia social - pág,,23.

- Puede ser útil mirar las expresiones de gente que aparece en fotografías y en la televisión. Háblale sobre caras alegres, tristes, asustadas, emocionadas .. .

- Miraros juntos en un espejo y jugar a poner caras distintas.

(Más sugerencias sobre cómo mantener un lenguaje sencillo y divertido, en Unidad 1 - La interacción social - pág. 21.) {mospagebreak}

Aprender palabras y su significado

 

FIG 23: Ross suele imitar algunas palabras y repetirlas una o dos veces pero ya no las utiliza más. Nunca se interesa por las palabras ni nos cuenta cosas como solía hacer su hermano.


LO QUE HAY QUE SABER
(Claves de comprensión).

- A muchas niños autistas les cuesta pasar de los balbuceos a palabras inteligibles.

- Otros utilizan algunas palabras un par de veces y luego las dejan.

- Su léxico tiene poca variedad y normalmente se limita a nombres de cosas. Algunos niños se obcecan en repetir las mismas palabras una y otra vez.

- Cuando los niños están aprendiendo a hablar, suelen pasar por una etapa en la que .le dan a una nueva palabra un significado mucho más amplio o mucho más restringido del que en realidad tiene. Por ejemplo, la palabra "gato" puede referirse para ellos al gato que hay en casa pero no a los demás gatos, lo mismo puede ocurrir con la palabra "papá", puede. que la utilicen para denominar a cualquier hombre. Los niños autistas continúan haciendo esto durante más tiempo que los niños que tienen un desarrollo normal.

- A menudo, los niños aprenden frases completas, sin embargo, puede que los niños autistas nunca sean capaces de desmenuzar las frases en palabras separadas y no puedan volver a utilizar estas palabras en frases nuevas.

- Algunos niños son capaces de repetir secuencias complicadas, como por ejemplo el alfabeto, pero sin conocimiento de lo que están diciendo. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Utiliza los intereses de Ross para conseguir que aprenda nuevas palabras.

- No te centres sólo en los nombres de cosas. Con la ayuda de ciertos libros puedes hablar sobre acciones "parar", "salir", "sonreír", "reír", "hablar", o sobre colores, números y otro tipo de descripciones como."pequeño" o "grande".

- Anímale a que use palabras, al principio solo imitando, para pedir las cosas que quiere. También puedes enseñarle a decir "más" u "otra vez" que son palabras que puede utilizar en muchas situaciones. Por ejemplo para decir que quiere más zumo, más yogur o que le gustaría jugar otra vez con el mismo juego o cantar otra vez la misma canción. Estas estrategias te dan la oportunidad de enseñar a Ross muchas frases cortas para que las imite.

- Enséñale a decir "no" cuando no quiera algo. Por ejemplo, cuando veas que aparta un juguete, di "no" para que él lo imite. Con esto le estarás ayudando a hacer elecciones, asegúrate de que aceptas sus negativas cada vez que sea posible.

- Si Ross dice algo, asegúrate de que le respondes. Compórtate como si hubiese querido decirte algo, recuerda que lo que se pretende es que hable con la gente.

- Muéstrate contento y responde a cualquier intento por parte de Ross de decir una palabra, aunque no suene del todo bien. Si por ejemplo dice "pero" en vez de "perro", corrige la palabra pero no insistas en que la practique hasta que la diga bien.

- Enséñale a Ross a pedir cosas a.otros niños, bien en casa bien cuándo vaya a visitar a alguien.

- Asegúrate de que haya momentos en los que deba pedir cosas en vez de cogerlas por sí mismo.

- No entrenes a Ross para que recite listas largas de cosas cuyo significado no comprende.


OBJETIVO: Utilizar las palabras como algo más que etiquetas.

 

FIG 24: Daniel emplea muchas palabras, puede nombrar todas las cosas que hay a su alrededor, pero todavía no habla con nadie.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas aprenden los nombres -de las cosas y los utilizan una y otra vez. Aprenden estos nombres con mucha facilidad pero desconocen por completo el resto de las palabras. Es como si coleccionasen etiquetas.

- A menudo, suelen utilizar estas palabras sin decirlas a nadie en concreto. Tampoco las utilizan para señalar objetos a otras personas o para pedir cosas.

- A veces el niño empieza a hablar cuando está solo en la habitación pero no sabe para qué sirve hablar. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Cada vez que Daniel nombre algo, responde como si te estuviera hablando a ti. Coge el objeto y colócalo entre los dos, de forma que pueda ver el objeto y tu cara, y di por ejemplo "sí, es un coche rojo".

- Si nombra algo que no se encuentra en la habitación, haz como si te lo hubiera pedido y tráeselo. Insiste en esta técnica, aunque al principio se quede perplejo.

- Pon en práctica juegos de dar y recibir. Tú le pides un objeto a Daniel para jugar con él y luego Daniel te pide uno a ti.

- Plantea situaciones en las que Daniel se vea obligado a usar una de sus etiquetas para pedir algo. Pon su juguete preferido fuera de su alcance donde pueda verlo.

- Habla con Daniel sobre lo que estás haciendo mientras lo haces. Para esto son útiles los juegos que hablan sobre acciones.

- Toca el objeto sobre el que estás hablando, si es posible.

- Habla sobre las propiedades de los objetos, como su color, su forma, su tamaño. Coge muchos objetos diferentes del mismo color y ve diciendo el color, mientras tocas cada uno.

- Anima a Daniel a que utilice palabras y frases que no sean solo etiquetas. Utiliza los nombres de sus juguetes preferidos e introduce palabras de acción. Por ejemplo, "saltar", "salir", "dormir", "parar", haz que el juguete represente cada acción. Haz una pausa para ver si te pide que repitas las acciones de nuevo.

- Al principio escoge pocas palabras de acción para utilizarlas en diferentes actividades. Si a Daniel le gustan los juegos físicos y bruscos, puedes enseñarle las palabras que debe usar para conseguir que hagas algo, por ejemplo "otra vez"-, "hacer cosquillas", "saltar". 


OBJETIVO: Comprender el lenguaje.

 

FIG 25: Alison sólo entiende fragmentos de lo que decimos.

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas no responden o no parecen estar interesados cuando la gente les habla. No miran cuando se les llama, ni se giran cuando alguien dice: "¿dónde está mamá?" Tampoco responden a instrucciones como "es la hora de cenar" o "vamos a jugar fuera".

- Por desgracia, este comportamiento hace que los niños parezcan desobedientes y testarudos. Escuchar lo desobediente que es el niño, por parte de los familiares o amigos, que no entiende como es en realidad, puede ser difícil para los padres.

- A veces empiezan a hacer lo que se les ha pedido pero luego lo dejan cuando van por la mitad, como si lo hubiesen olvidado.

- Algunos niños sólo captan fragmentos de lo que se dice y a veces no oyen la parte importante, Por ejemplo, si les dices "Pon la taza encima de la mesa", puede que sólo capten la palabra "taza" y te traigan una.

- Estos niños malinterpretan o entienden de forma literal lo que la gente quiere decir. Por ejemplo, si se les dice "Dame la mano", lo más probable es que extiendan la mano.

- Algunos repiten como los loros, todo o parte de lo que dicen los demás-. Si se. les pregunta "¿Tienes frío?" ellos dirán "frío". Ver Evitar las respuestas eco - pág. -58.

- Algunos niños autistas repiten las mismas preguntas una y otra vez. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Identifica las situaciones en las que Alison responde correctamente a lo que la gente dice. Intenta usar las mismas palabras en situaciones similares. Si por ejemplo es capaz de girarse cuando dices "papá ha llegado a casa", utiliza siempre esta frase para decir lo mismo en vez de usar otra expresión.

- Prepara una lista de frases sobre actividades cotidianas para que las utilice toda la familia.

- Utiliza solo estas frases en momentos que tengan sentido.

- Llama a Alison por su nombre para captar su atención al principio de la frase, no al final. Puede ser necesario que además de decir su nombre tengas que darle un. golpecito en el hombro.

- Utiliza objetos para mostrar a Alison lo que va a ocurrir, por ejemplo, una cuchara para señalar la hora de cenar. Los objetos siempre, deben ser los mismos para que aprenda a predecir lo que va a ocurrir. Ver Unidad 3 - Actividades repetitivas: saber lo que viene a continuación - pág. 75

- Cuando juegues con ella haz que tus intenciones sean obvias. Por ejemplo, saca el papel y las pinturas antes de decir "vamos a pintar".

- Procura usar un lenguaje sencillo. Cuando la tarea sea más familiar, puedes intentar aumentar su comprensión, utilizando un lenguaje ligeramente distinto.

- Cuando Alison esté con otros niños, por ejemplo, en el grupo de juegos, pide a las cuidadoras que le repitan las instrucciones individualmente. Procura que usen un lenguaje sencillo, poniendo de relieve las palabras clave.

- Dale siempre tiempo suficiente para responder una pregunta, obedecer una orden o pensar algo que decir.

- Procura decir las cosas en el orden en que quieres que las haga. Puede ser útil preparar una lista con antelación para no saltarse nada. Puedes relacionar lo que dices con objetos o dibujos en el mismo orden. Ver Unidad 3 - Actividades repetitivas: saber lo que viene a continuación - pág. 75. 


OBJETIVO: Evitar las respuestas eco.
 
FIG 26: Aaron repite todo lo que digo, sin poder evitarlo. Si le pregunto: "¿Qué estás haciendo?", él responde con mi acento: "haciendo".

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas aprenden a hablar repitiendo exactamente todo lo que dicen los demás. Esto se denomina ecolalia.

- La ecolalia puede ser inmediata o diferida. En el primer caso, el niño repite inmediatamente lo que ha dicho una persona. En el segundo caso, el niño aprende la frase y la utiliza completamente más adelante.

- Puede que el niño repita la frase entera o sólo una parte.

- Otros niños autistas son capaces de construir frases cortas, pero cuando no entienden o están preocupados o molestos repiten frases almacenadas.

- Algunos niños aprenden de memoria conversaciones enteras que han oído o diálogos de programas de televisión. Son capaces de repetirlas perfectamente, hasta de imitar el tono de voz y la postura.

- Cuando se les da algo a elegir, por ejemplo, "¿quieres leche o zumo?", algunos niños repiten "leche o zumo" y otros sólo la última palabra "zumo". 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Asegúrate de que Aaron te entiende. Procura que tu lenguaje sea sencillo y significativo, utiliza gestos o enséñale sobre qué estás hablando. Utiliza fotografías, símbolos o signos para ayudarle a predecir lo que ocurrirá a continuación.

- Ten en cuenta los signos de ansiedad o malestar. Es posible que Aaron repita las frases para tranquilizarse.

- Háblale sobre las cosas mientras ocurren, haz comentarios pero evita hacer demasiadas preguntas, pueden empeorar la ecolalia.

- Da sentido a sus respuestas eco. Si le preguntas "¿quieres salir a la calle?" y el repite, "a la calle", interpreta la respuesta afirmativamente y prepárate para salir.

- Saca partido de su manía: repetitiva, utilízalo para enseñarle frases útiles.

- Enséñale palabras para captar tu atención, por ejemplo, cómo pedirte ayuda o cómo decir que quiere hacer algo El objetivo es aumentar su vocabulario para que no tenga necesidad de repetir.

- Cuando vayas a saludarle, di "hola" en vez de "hola Aaron" ya que de esta forma, aunque repita la respuesta, sonará adecuada.

 

OBJETIVO: Unir palabras y aprender a usarlas.


FIG 27: 
Adam ha aprendido a nombrar cosas pero todavía no construye frases

 

LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).
 
- En su desarrollo del lenguaje algunos niños autistas se estancan en el uso de palabras aisladas.

- Otros niños dejan de utilizar palabras que ya sabían cuando aprenden otras nuevas. Su vocabulario no aumenta, sólo cambia.

- Algunos hablan sobre las mismas cosas, utilizando la misma palabra o frase, de la misma forma todos los días.


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Aprovecha los momentos en que Adam esté muy interesado por algo para enseñarle palabras o frases nuevas que pueda utilizar en situaciones diferentes.

- Estas frases deben ser sencillas "ayúdame", "lo quiero", "éste", "galleta", etc

- Cuando Adam desee algo, intenta que utilice la palabra "quiero" con las palabras que ya conoce, "quiero eso", "quiero un libro",."quiero zumo".

- Cuando necesite ayuda, intenta enseñarle a decir "ayúdame".

- Cuando no quiera algo, enséñale "no me gusta", "no quiero". Es importante que conozca el poder del lenguaje, así que debes respetar sus negativas cada vez que sea posible.

- Cuando las cosas desaparecen puedes utilizar una frase como "se acabó el zumo", "papá se marchó".

- Cuando quiera algo de nuevo, enséñale "otra vez" o "más".

- Para que pueda empezar a decir estas frases, necesita seguir un modelo a imitar, así que utilízalas cuando estés jugando con él. Por ejemplo, "el turno de mamá", "vamos", "se fue", "no, gracias".

- Si crees que Adam es capaz de decir frases más largas, dale tiempo. Si se enfada mucho, di tú mismo la frase y haz lo que quiere o deja la actividad que le molesta. Cada vez que te encuentres ante este tipo de situación, vuelve a intentarlo. {mospagebreak}


OBJETIVO: Aprender el significado de lo que quiere decir la gente.


FIG 28: 
Una vez le dije a Robin: "Coge un plato de la cocina". él fue en la dirección correcta pero no volvió con el plato hasta que le dije "Tráelo, Robin".

 
LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas se esfuerzan mucho por entender lo que dicen los demás. A veces no son capaces de "leer" los mensajes implícitos en las palabras.

- Los niños autistas se confunden mucho cuando alguien les habla. No son capaces de sacar la información relevante de las palabras, los gestos, el tono de voz y la expresión facial del interlocutor.

- Algunos niños aprenden a identificar las distintas expresiones y los cambios en la formas en las que se les dicen las cosas. Empiezan a aprender que a veces los gestos y expresiones son mas importantes que las palabras en sí. Este proceso les lleva mucho tiempo y les resulta difícil.

- A veces, incluso los niños que entienden los mecanismos de la conversación, se sorprenden con las expresiones que se usan. Ciertas expresiones como "vamos a dar una vuelta" o "se murió de risa", les confunden mucho y pueden interpretarlas de forma literal.

- Estos niños suelen repetir palabras o frases enteras cuyo significado no comprenden. o el nivel de su lenguaje oral puede parecer más alto que el nivel de comprensión que demuestran.


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).

- Evita utilizar frases que vayan a confundir a Robin como "échame una mano'

- Anímale a preguntar cuando no entienda algo.

- Dile exactamente lo que quieres que haga. En vez de decir "¿podrías coger libro?", utiliza: "trae el libro, por favor".

- Los gestos y las demostraciones son útiles para que entienda el lenguaje oral. Háblale sobre algo y enséñaselo al mismo tiempo.

- Si no hace lo que le pides, ten en cuenta que es porque no ha entendido y no porque sea desobediente.

- Si a Robin le interesa y es capaz de entenderlo, explícale alguna de las expresiones que utilices normalmente.

- Haz dibujos de expresiones metafóricas o con doble significado, uno con significado literal, y el otro con su interpretación asociada. Intenta que sean divertidos.

 
OBJETIVO: Las normas de la conversación.

 
FIG 29: Rosie habla mucho, pero nunca de nada que tenga que ver con lo que dicen los demás. Interrumpe mucho además no mira a la persona con quien habla.

 
LO QUE HAY QUE SABER (Claves de comprensión).

- Algunos niños autistas no miran a la gente cuando hablan o cuando les están hablando.

- Otros miran fijamente a las personas cuando hablan

- A veces no entienden el sistema de turnos al hablar o al jugar.

- A veces dicen cosas en una conversación que no tienen nada que ver con el tema, ya que están más interesados en lo que ellos tienen que decir. 


LO QUE HAY QUE HACER (Estrategias de utilidad).
Ver Unidad 1 - Mirar a la cara - pág. 29.

- Cuando empieces a decir algo, pronuncia el nombre de Rosie de forma que se establezca contacto visual. Si es necesario, sitúate en su ángulo de visión.

- Si no mira cuando te habla o los demás le hablan, no olvides recordárselo: "mírame, míranos".

- Para conseguir que Rosie aprenda a hacer turnos se puede utilizar un objeto" (por ejemplo una cuchara), de forma que sólo el que sostenga el objeto tiene derecho a hablar. Cuando acabe de hablar cada persona le pasa el objeto al siguiente, Si Rosie asiste a un grupo de juego, puedes pedir a los profesores que utilicen este juego con grupos reducidos de niños.

- Si cambia el tema de conversación puedes volver tú al tema anterior, diciendo "Estábamos hablando sobre flores, no sobre trenes. ¿Qué tipo de flores crees tú que son?".

- No dudes en decirle que pare de hablar si crees que está hablando demasiado o sobre el mismo tema una y otra vez. Puedes establecer momentos o lugares en los que pueda hablar sobre sus temas preferidos. Ver Unidad 3 - Actividades repetitivas - pág. 73.

- Asegúrate de que hay momentos del día en los que Rosie puede hablar con gente.

- Anima a otros niños o adultos a mantener conversaciones con ella para que vea cómo se hace.

- Dile que debe mirar a la persona con la que habla.

- Dale oportunidades para escoger ella misma el tema y llevar la conversación.

- Para ayudarle a hacer turnos, di cosas como "es el turno del abuelo", "mira el dibujo que ha hecho papá", "a mamá le gusta..."
 
Leer mas en nuestra web: 
 

 


 

Fuente: El Autismo: Cómo ayudar a tu hijo o hija
Publicación de la National Autistic Society (Reino Unido)
Autores: Departamento de Educación del Condado de Leicestershire
Servicio de consultoría en Autismo, Penny Barrat
Servicio de Psicología Educativa: Christine Cassell, Bessie Hayes, Tink Reader y Philip Whitaker
Fundación para la Salud "Fosse", Servicio Nacional de Salud
Servicio de Logopedia, Alison Parkingon
Traducción del inglés, Elena Campo Alonso
Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2002
Enlace original

 

 
Información cortesía del Lic. Francisco Alonso Marrero 
Documentos elaborados por la Dirección de Educación del Gobierno del País Vasco.
A su vez extraidos de una versión inglesa.

 

Introducción: La infomación que extraemos aquí proviene del excelente documento Autuism, how to help your young child, publicación del National Autistic Society (Reino Unido). Traducido por Elena Campo Alonso y disponible en español a través del Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco.
Créditos detallados al finalizar este artículo.

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Comprendiendo mejor el síndrome de Asperger a través de la experiencia de un niño mexicano.

Foto de niño con expresión seria

La experiencia de convivir con los niños y las niñas, nos ofrece la oportunidad de poder observar las cosas de una manera diferente. Cuando nos encontramos con un niño o una niña feliz, los grandes problemas se hacen pequeños, el tiempo no existe, cuando sonríen es tan espontáneo y contagioso, que nos alegra a tal grado que participamos de su mundo mágico.

A través de las relaciones que establecemos con los niños y niñas, aprendemos a comunicarnos con ellos de una manera diferente. Es entonces, cuando se despierta en nosotros el deseo de querer conocer más de su mundo infantil lleno de fantasías y de deseos por descubrir el por qué de las cosas y de los acontecimientos.
 
La convivencia continua con los niños, nos permite conocer su historia de vida y al hacerlo, nos damos cuenta que no todas las historias reflejan una vida feliz y exitosa. Algunos niños se tienen que enfrentar desde su nacimiento a problemas de distinta naturaleza, vinculados en algunos casos con la salud, otros con la adaptación al medio y algunos más con factores que limitarán su aprendizaje. Este tipo de niños, se tiene que enfrentar permanentemente a sus limitaciones, debiendo resolver cotidianamente obstáculos de diferente índole para poder tener relaciones sociales adecuadas que los beneficiarán en su desarrollo personal.
 
Las historias de vida de los niños con el síndrome de Asperger, pertenecen a este segundo grupo. Ellos tendrán que aprender, entre otras muchas cosas, a comunicarse adecuadamente, a interactuar con sus pares, a comprender los estados de ánimo de los demás, a manejar su impulsividad y también tendrán que aprender estrategias que posibiliten su desarrollo intelectual y afectivo.

Conociendo el síndrome de Asperger a través de un niño mexicano

Me gustaría que a través de un niño Mexicano, M., quien presenta el síndrome de Asperger y que actualmente cursa 3er. año de primaria en una escuela regular, pudieran conocer los rasgos principales de su personalidad, desarrollo y adaptación escolar.
 
Antes de conocer a M. considero pertinente hacer una breve reseña histórica del Síndrome de Asperger y posteriormente señalar algunas de las características que suelen presentar los niños que presentan este Síndrome.

El pediatra Vienés Hans Asperger describió en su tesis doctoral publicada en 1944 a un grupo de 4 niños que tenían características inusuales en cuanto a sus capacidades sociales, lingüísticas y cognitivas utilizando el término de "psicopatía autista" con el que describía las características del desorden de personalidad de los niños que estudió. Asperger muere en 198,0 poco antes de que el Síndrome que lleva su nombre obtuviera un reconocimiento internacional.

Posteriormente, en los casos observados por Lorna Wing, quien fue la primera persona en usar el término Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en 1981, describe las características conductuales de los sujetos estudiados los cuales se parecían a las descripciones hechas por Asperger. Este trabajo le permitió a Wing señalar por primera vez las principales características clínicas del Síndrome de Asperger. Esta autora, elaboró una lista en la que señala algunos criterios diagnósticos que puntualizan las características de los sujetos con el síndrome de Asperger:

1. Interacción social inapropiada con rasgos ingenuos y unipolares. No hay empatía ni reciprocidad. La capacidad para hacer amigos se encuentra muy limitada y en algunos casos es incapaz de establecer lazos afectivos.

2. Habla: no se observa retraso en su inicio; sin embargo el contenido es extraño, pedante y estereotipado. La comunicación verbal es poca o nula. Se pueden observar voz monótona, gestos inapropiados o poca expresión facial.

3. Presentan resistencia al cambio y gusto por actividades repetitivas. Ante algunos temas u objetos se les encuentra absortos.

4. Sus movimientos o posturas son extraños y mal coordinadas. En algunas ocasiones, sus movimientos son estereotipados.

5. Presentan buena memoria de repetición, intereses especiales y muy limitados.

Escalante y Marcos (2000), señalan que la edad de aparición aproximada del Síndrome de Asperger es a los tres años. Los niños con este Síndrome empiezan a caminar tarde, pero antes empiezan a hablar. Su lenguaje se orienta a la comunicación pero se queda en "un tráfico de un solo sentido", pues no es un lenguaje recíproco. Los niños con el Síndrome de Asperger evitan tener un contacto ocular con los demás; estos niños viven en nuestro mundo, pero a su manera, presentando alteraciones en las habilidades sociales. Sin embargo, su pronóstico en este aspecto es bueno. Los niños con el Síndrome de Asperger, tienen rasgos de personalidad y de conducta muy especiales entre los que se señala un interés muy intenso en algún teme en particular.
 
Después de conocer en parte la historia del Síndrome de Asperger y sus características finalmente, conoceremos a M.

En 1998 cuando M. tenía 5 años 2 mese tuvimos nuestro primer encuentro que a continuación narraré:

En ese día de invierno, llegué, como todas las tardes, a mi salón de trabajo dispuesta a entrevistar por primera vez a una pareja que traía a su pequeño hijo. La puerta del salón se encontraba cerrada. Se respiraba un ambiente tranquilo, interrumpido por unos repiqueteos en la puerta acompañados de una voz infantil que decía: "Abran, está cerrado, abran carajo… papito (refiriéndose a él) cálmate ya vas a entrar…, ya llegué…".

Al abrir la puerta, me encontré con M. El pequeño intentaba desprenderse de las manos de su madre para poder entrar al salón y ver qué había en él. Contrastando con la impulsividad del niño, sus padres se mantenían rígidos en el umbral de la puerta, al mismo tiempo que trataban de contenerlo. 

Para los padres de M., la entrevista se desarrolló en un ambiente un poco tenso, ya que querían controlar todo el tiempo los movimientos del niño diciéndole: "No toques, siéntate, vamos a platicar…haz caso, contrólate papito, pórtate bien…".

Mientras transcurría la entrevista, M. nos ignoraba y jugueteaba con un cochecito que había encontrado al abrir un cajón. Se entretuvo por algún tiempo explorando un espacio que le ofrecía descubrir nuevos objetos. M. parecía haber encontrado un lugar donde refugiarse.
 
Les pedí a los padres de M. que lo dejaran actuar libremente mientras platicábamos, lo cual sirvió por una parte para que los padres se sintieran más relajados y, por la otra, me permitió observar la conducta del niño quien parecía no haberme visto, me ignoraba y al parecer, no le interesaba mi presencia.
 
M. es un niño que no puede pasar inadvertido, su pelo ensortijado enmarca una carita alegre cuyos ojos profundamente negros e inquietos se mueven constantemente. En algunos momentos, su mirada la percibí ausente, distante e impenetrable y el establecimiento adecuado de contacto visual fue esporádico.
 
En la primera entrevista y en las subsiguientes, observé que M. tenía muchos problemas para poder concentrarse y manejar sus impulsos. Cuando se encontraba en el área de trabajo, daba la sensación como si una ráfaga de viento hubiera entrado y empezara a mover los objetos, no había respeto a los espacios de "los otros", parecía no conocer límites y nos ignoraba. Abría y cerraba cajones, se movía de un lado a otro como si buscara algo pero sin tener un objetivo específico.

Los padres informaron que la historia personal de M. se inició con algunas complicaciones, ya que durante el período perinatal presentó sufrimiento fetal secundario a trabajo de parto prolongado al haber presentado circular de cordón. No obstante las maniobras obstétricas aplicadas, M. presentó anoxia originada por haber broncoaspirado líquido del meconio. Secundario a ello, se originó un cuadro de paro respiratorio habiendo sido necesaria la aplicación de maniobras de resucitación. M. fue atendido neurológicamente desde ese momento, ya que se presentaron dos episodios convulsivos que fueron controlados con Epamín, medicamento que fue suspendido a los tres meses de edad al no volverse a presentar crisis convulsivas.

Durante su primer mes de vida, M. permaneció veinticinco días en terapia intensiva recibiendo respiración artificial por problemas de neumotórax. Superado este período crítico, la existencia de M. transcurrió aparentemente sin problemas serios de salud. Sin embargo, las pautas de maduración en cuanto al desarrollo motor y del lenguaje se dieron con cierta lentitud, por lo que el nivel de su desarrollo general estaba ligeramente por abajo de lo esperado para su edad cronológica, pero sin llegar a ser preocupantes para los padres estas observaciones. Hasta antes de cumplir los 2 años 9 meses de edad, fue un niño risueño, afectivo e interactuaba con sus familiares sin problemas; no obstante era muy inquieto, lo cual agotaba a la madre.

Cuando cumplió los 2 años 9 meses de edad M. ingresó al "Cuarto de bebes" en un colegio particular de la ciudad de México, el cual aplica el sistema Montessori con sus alumnos del Jardín de Niños. Fue ahí donde la guía se percató de las primeras conductas atípicas de M. informando de ello a los padres del niño. El reporte de la guía, señalaba la presencia de un inconstante balanceo corporal y aislamiento del niño con respecto a sus compañeros. También les señaló que M. durante el desarrollo del trabajo que se realizaba con el grupo dentro del ambiente Montessori, no mostraba interés por los objetos que se le enseñaban. La guía lo percibía "ausente", no tenía contacto con ella. Les dijo que en algunas ocasiones, cuando estaba muy ansioso y poco tolerante, se agredía golpeándose la cabeza con la pared o en el piso. Los padres se inquietaron mucho ante los comentarios de la guía y también lo observaron en la casa, con lo cual pudieron constatar lo dicho por la guía.

En el ámbito familiar los problemas se acentuaron, ya que M., aparte de presentar las conductas anteriormente señaladas, también tenía alterado el patrón del sueño, despertándose por las noches y teniendo mucha dificultad para conciliarlo nuevamente. El trastorno en el sueño tuvo repercusiones negativas en los miembros de la familia, ya que los padres se sentían agotados y poco tolerantes. Aunado a esto, M. se encontraba muy irritable y su hiperactividad se acentuó. También aparecieron en el niño manifestaciones negativas en su conducta, reflejándose en su poca tolerancia a los ruidos fuertes, así como muestras de ansiedad, llanto e incomodidad cuando se encontraba en lugares muy concurridos. Ante estos problemas, los padres de M. se sentían muy confundidos y desorientados, por lo cual, decidieron buscar ayuda profesional. Acudieron de un profesional a otro, ya que los diagnósticos eran muy contradictorios, y ninguno determinante.

M. fue diagnosticado inicialmente por el primer neuropediatra al que acudieron como un niño con "inmadurez neurológica generalizada", posteriormente solicitaron una evaluación psicológica en la cual se le catalogó como "psicótico", otro diagnóstico más lo señaló como un niño con "déficit de atención" aunado a problemas de hiperactividad y retardo generalizado en los procesos de aprendizaje.

En la medida en que los padres solicitaban una nueva opinión, el desconcierto se incrementaba y la confusión en la que se encontraban era abrumadora. El factor que más les angustiaba en aquellos momentos, fue que M. no estaba siendo atendido adecuadamente. Ellos estaban haciendo todo lo que estaba a su alcance, pero no veían mejoría en el niño; los problemas conductuales, de sueño, de lenguaje, de adaptación y de aprendizaje se agudizaban, y ellos no sabían que hacer.

No fue sino hasta que M. cumplió los cinco años de edad cuando después de habérsele aplicado una serie de pruebas, tanto en el aspecto neurológico como en el psicopedagógico y del lenguaje, fue diagnosticado como un niño que presentaba el Síndrome de Asperger.

Como se pueden dar cuenta, diagnosticar a los niños que presentan el Síndrome de Asperger no es una cuestión sencilla. Para ello es necesario contar con un equipo de especialistas que estudien minuciosamente el caso, siendo en algunas ocasiones necesaria la medicación que ayudará a reducir los estados de angustia, hiperactividad e inclusive alteraciones en los períodos de sueño.

Al recibir los padres de M. el diagnóstico definitivo, pasaron por una etapa de negación ya que no es fácil aceptar que su hijo, por las características conductuales, de socialización y de comunicación que manifiesta, se encuentra ubicado dentro del Espectro Autista. Pasado este período de negación, finalmente los padres de M. aceptaron el diagnóstico y se abocaron a investigar las mejores propuestas de atención que había para el manejo del niño.

Sugerencias pedagógicas propuestas para lograr la integración de M. al aula regular

A continuación se dan a conocer las sugerencias que se le propusieron a la maestra de M. para lograr la integración del niño a una aula regular:

a. Conocimiento de las características del síndrome por sus pares y sensibilización del grupo donde se integró a M. El conocimiento de las características conductuales, sociales y de comunicación, les permiten a los niños con el Síndrome de Asperger integrarse con mayor facilidad al aula regular, ya que sus pares los comprenden y los ayudan en muchas ocasiones a contenerse.

b. Empleo cotidiano de un cronograma de actividades: Mediante el empleo cotidiano del cronograma, el niño con el síndrome de Asperger puede anticipar situaciones y rutinas las cuales, si se llegaran a presentar intempestivamente, podrían ocasionarle ansiedad, inseguridad e impulsividad en la ejecución del trabajo, y con ello se provocaría la aparición de conductas no adecuadas. El cronograma es una guía gráfica de los acontecimientos y acciones que el niño realizará durante el transcurso del día. Con su empleo, se puede lograr en el niño con el síndrome de Asperger una mayor flexibilidad mental, ya que él tiene la posibilidad de anticipar acontecimientos

Rivière y Martos (1996), señalan que junto a los trastornos de comunicación, de establecimiento de relaciones sociales y de imaginación, los niños autistas también presentan trastornos para encontrar el sentido a sus acciones. El niño, tiene muchas dificultades para el manejo del futuro, lo que está muy relacionado con la tesis del déficit en funciones ejecutivas.

Con el manejo del cronograma, se estimulan las funciones ejecutivas en las cuales se incluye la planificación de conductas dirigidas hacia una meta concreta, la organización del tiempo, de actividades, así como la inhibición de respuestas inapropiadas y de conductas perseverativas.

En el cronograma, se le da más sentido a las acciones por realizar. El niño tiene la oportunidad de predecir y puede percatarse con más claridad de las metas finales de su trabajo y conducta.

c. Aplicación de un lenguaje claro y preciso: Los niños con el Síndrome de Asperger tienen dificultad para entender instrucciones y órdenes complejas por lo cual, es necesario simplificarlas.

d. Empleo de claves visuales: Es de gran ayuda emplear claves visuales por medio de las cuales el niño podrá reconocer avisos, objetos, actividades y acontecimientos.

e. Flexibilidad en el manejo del ritmo de trabajo, así como en otorgar y administrar el tiempo en el momento en el que el niño con el Síndrome de Asperger da respuestas y desarrolla actividades: Los niños con el Síndrome de Asperger, manejan de una forma diferente los tiempos de ejecución de las tareas. Se sienten muy inseguros y ansiosos si se les presiona. Es necesario respetar su ritmo para no angustiarlos.

f. Prestar ayuda y apoyo en los momentos en los que el niño no pueda manejar la frustración: Cuando el niño no pueda resolver alguna situación problemática, es necesario que se le preste ayuda y se le apoye para que se sienta seguro y se eviten conductas impulsivas.

g. Reforzar y reconocer logros y conductas positivas: El niño con el Síndrome de Asperger, se siente muy feliz cuando ha logrado alcanzar un objetivo y se siente muy motivado para seguir trabajando cuando se reconocen sus logros. Es recomendable reforzar sus éxitos y conductas positivas, ya sea en forma verbal diciéndole algunas palabras de aliento o proporcionándole una caricia (cuando esto le agrade).

h. Libertad en el manejo del tiempo fuera dentro de una actividad de aprendizaje: Cuando la tarea que está desarrollando el niño le causa fatiga, y con ello momentos de ansiedad y estrés, las conductas que presentan son de impulsividad al abandonar la tarea que está realizando, además de negarse a continuar con el trabajo iniciado. Podemos deducir que los factores que intervienen para abandonar la actividad se deben a una sobrecarga sensorial, lo cual origina en el niño que tienda a desequilibrarse fácilmente ante la tarea. Se sugiere en estas ocasiones, suspender la actividad que se está realizando y continuar observando las conductas que el niño realiza para poder aplicar en otro momento actividades menos estresantes.

En el aula, cuando los períodos para desarrollar una actividad son muy prolongados, el niño tiende a pararse de su lugar y pasear libremente alrededor del aula. En las ocasiones en las que esta conducta se presente, inicialmente se puede permitir, siempre y cuando no interrumpa el trabajo que en esos momentos estén realizando sus compañeros. En el caso contrario, cuando se le obliga a continuar y a estar en su lugar, la tendencia conductual será de llanto, originándose episodios de berrinche e impulsividad. Sin embargo, la libertad de acción lo tranquilizará y posteriormente se podrá reanudar nuevamente la tarea que quedó inconclusa.

En la medida en que el niño va tomando consciencia de sus actitudes y va adquiriendo mayor control de sus impulsos, se le irán marcando límites más estrictos.

En la búsqueda de estrategias para conocer mejor a los niños y niñas con el Síndrome de Asperger y poder interactuar con ellos en el aula regular, se consideraron a las estrategias lúdicas como las más adecuadas, ya que el desarrollo de la afectividad, de la socialización, de la motricidad y del conocimiento, están estrechamente relacionadas con las actividades del juego, mediante las cuales, los niños y niñas son capaces de poner en práctica todos sus sentidos, sus habilidades y sus destrezas. Por medio del juego, pueden adaptarse a la realidad, pueden manejar sus miedos, temores, frustraciones, sus impulsos y sus sentimientos, así los niños y niñas aprenden y son felices.

A través de las estrategias lúdicas el niño con el Síndrome de Asperger:

· Mejora sus relaciones sociales: Al darle la oportunidad de desarrollar conductas que le permitan iniciar, establecer y mantener relaciones adecuadas con las personas que lo rodean e interactuar adecuadamente con ellas.
 
· Incrementan la capacidad de referencia conjunta: Al proporcionarle experiencias en donde tenga la necesidad de participar verbalmente en la planeación de eventos o actividades y en las cuales tienen que intervenir otras personas para lograr un fin determinado al tener un mismo objetivo.
 
· Desarrollan funciones comunicativas: Al darle la oportunidad de expresar sus deseos, sentimientos e ideas tratando de que lo haga en forma clara.
 
· Estimulan el lenguaje expresivo: Al propiciar situaciones adecuadas en las que el niño pueda manifestar sus emociones y sentimientos.
 
· Desarrollan el lenguaje receptivo: Al sensibilizarlo para que pueda entender tanto el lenguaje verbal como el no verbal.
 
· Al niño se le capacita para que pueda manejar adecuadamente estrategias de anticipación y planeación: Al darle la oportunidad de conocer eventos y acontecimientos en donde puede anticipar consecuencias.
 
· Mejora la flexibilidad de su pensamiento: Al proporcionarle estrategias para que sea capaz de adaptarse a situaciones nuevas sin angustiarse.
 
· Estimula la ficción o imaginación: Al invitarlo a participar en juegos de ficción e imaginación representando a diferentes personajes.
 
· Incrementa su capacidad de imitación: Al enseñarle estrategias con las cuales sea capaz de imitar conductas, actitudes, forma de comunicarse y expresarse.

Mediante la aplicación de las estrategias lúdicas trabajadas durante el año escolar, M. pudo entender comportamientos no verbales, estableció relaciones sociales adecuadas con sus pares y pudo acceder a la apropiación de conocimientos lingüísticos, matemáticos y los relacionados con el medio ambiente y la salud.
 
Actualmente, M. es feliz al cursar 3er. año de primaria en una aula regular en donde aprende, ríe y juega como los demás niños de su misma edad.

Autora: Crisanta Cruz González de Escalante
Especialista en Problemas de Aprendizaje y lenguaje.
Maestría en Psicodiagnóstico.
México 2004

Referencias:
 
Escalante, C. y Marcos, E. (2000). Síndrome de Asperger, programa de intervención para
la educación sexual del adolescente. México, UDLA.

Rivière, A. Y Martos, J. (1997). El tratamiento del autismo: nuevas perspectivas. Madrid, 

Artegraf.

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